El perito se encarga de evaluar los daños del siniestro y propone una indemnización
Cuando sufres un siniestro, dispones de un plazo máximo de siete días para comunicárselo a la compañía de seguros de coche. En este momento, la aseguradora inicia un procedimiento de gestión del siniestro. El primer paso es contactar con un perito profesional para que haga una valoración de los daños y proponga una indemnización correspondiente a las reparaciones, según lo estipulado en la póliza.
El perito desempeña un papel crucial en el procesamiento de reclamaciones de seguros, siendo un experto en la valoración de daños y características de bienes. Su tarea principal es evaluar los daños de un siniestro y proponer una indemnización justa, actuando como un árbitro equitativo.
Además de evaluar daños, el perito se encarga de recopilar pruebas, documentar hechos y garantizar una valoración objetiva y fundamentada. Su labor abarca la interpretación de condiciones de póliza y la aplicación de cláusulas según las políticas de cada compañía.
En casos de desacuerdo, cuando el asegurado no está conforme con la valoración, es vital comunicar preocupaciones de manera clara, respaldándolas con pruebas adicionales si es necesario.
Ante inconformidades, las compañías de seguros realizan revisiones internas, involucrando a otros peritos para garantizar transparencia y equidad. Este proceso puede permitir al asegurado presentar su propia evaluación con un perito de su elección.
Si no se logra un acuerdo, se inicia un proceso de negociación entre ambas partes, buscando ajustar la propuesta de indemnización. En situaciones complejas, el asegurado puede recurrir a un defensor del asegurado, actuando como intermediario y velando por sus derechos.
En última instancia, si persisten las discrepancias, el asegurado puede acudir a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, cuya decisión, aunque no vinculante para la aseguradora, suele ser aceptada para evitar represalias.